HABLEMOS DE MELANIA TRUMP

Tenemos que hablar del vestuario de Melania Trump Fuera de África

El casco colonial, el sombrero de fieltro de película Nazi y la ropa blanca… ¿y la primera dama quiere que la tomemos en serio?

Hadley Freeman

Mié 10 oct 2018 13.13 BST

¿Se nos permite hablar sobre los atuendos de Melania Trump o es demasiado despectivo? No puedo seguir más.

Daniel, por correo electrónico

Ooh, es difícil, ¿no es así, Daniel? Por un lado, seriamente, ¿esta mujer esta usando un «PITH HELMET» en Nairobi? Y, por otro lado, ¿estamos siendo no feministas hablando de ello? ¿Dónde está Andrea Dworkin cuando la necesitas, o a Emily Post? Escuchemos a Trump hablando sobre ella misma, cuando dio una entrevista televisiva maravillosamente enfadada sobre este tema en el viaje de Egipto la semana pasada:

«Quiero hablar de mi viaje, no de lo que me pongo. Lo que hago, es muy importante, lo que estamos haciendo con la ayuda de los Estados Unidos, lo que hago con mis iniciativas y deseo que la gente se centre en lo que hago, no en lo que me pongo», dijo. Y, sin embargo, sus palabras podrían haber tenido más impacto si no las hubiera dicho mientras estaba vestida como Belloq, la colaboradora Nazi de la película de Indiana Jones en Busca del Arca Perdida. Lo siento, Melania, es muy difícil escuchar a una mujer cuando lleva la ropa de uno de los colaboradores de ficción nazi más famosos de todos los tiempos. ¡Llámame loco!

Sí, la ayuda es importante. Pero ¿qué hace Melania Trump con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional («USAid»)? La última vez que lo comprobé, la administración de Trump, en la que está ella para representar, intentó recortar su financiamiento en casi un tercio de los dos primeros presupuestos del presidente. Por supuesto, cualquier persona que le preguntara sobre eso lo suprimía de inmediato, como informó la revista Time, porque resultó que un giro sorprendente de la trama, Melania tampoco quería hablar sobre la ayuda de los Estados Unidos. […]

Por un tiempo, sospeché que Trump estaba jugando a un juego extraño, diciéndole a la gente que dejase de hablar sobre su ropa y luego que usara una chaqueta que dijese: «Realmente no me importa, ¿verdad?» mientras se dirigía a un centro de detención de niños inmigrantes. ¿Nos estaba iluminando con la moda? Entonces me pregunté si tal vez el problema era que estaba tan acostumbrada a permanecer callada alrededor del Hombre de Malvavisco bronceado en espray con el que se casó, que no pudo evitar hablar a través de su ropa. Pero después de la portada o lo que yo llamo la portada de Beloq, creo que es mucho más simple:  su estilista es una insurrecta con talento interior, que trabaja para que los Trump se vean aún más trastornados de lo que son. Realmente no hay otra explicación y, personalmente, le mando un saludo a ese/a estilista. No puedo esperar a ver su vestuario inspirado en la SS para su viaje a Alemania. ¡Empieza a pulir esas botas negras, Melania!